viernes, 16 de mayo de 2008

Como un día cualquiera!!

Vuelve a ser viernes y como una fuerza casi mágica e irrefrenable, he sentido la necesidad de escribir en este, nuestro blog, en el que era mi día. Lo que empezó como una idea donde reflejar un día por semana aquellas sensaciones que teníamos a flor de piel, se ha convertido en un lugar en el que seguir en contacto todo el tiempo que cada uno de nosotros queramos, y cada vez que me pongo a leer nuevas entradas, me traslado sin oponer resistencia a uno de los puffs del 3r piso de la casa en Pringles 36, con una cerveza en la mano y rodeado de tod@s vosotr@s.


Hoy, como cualquier viernes durante el curso, me ha costado levantarme, y después de hacer algunas cosas sin importancia, he ido al Observatorio donde me esperaba Nacho para abrirme la puerta y ofrecerme un poco de mate y unas galletitas. He hablado con Mario a través de la Web Cam, y bien prolijito he estado unas horas enfrentándome a unas imágenes que todavía no sé muy bien por donde agarrar. (llevo unos días ocupando el lugar de David en ese zulo pequeño y frío). Un picnic en la terraza con Nacho, como sabeis Paula ya no está más, y un ratito más de edición hasta las 6. Como cualquier viernes del curso sobre esa hora, he agarrado el colectivo, el 15, y he andado por Rivadavia hasta Pringles 36 para saludar a Enrique y Heve, que me han invitado a cenar el martes. No, estos días no me alojo con ellos, estoy en el lúgubre pero interesante y sobretodo megabarato Hotel Sportman, el mismo en el que estuvo Rosa. Esta noche (como casi todas) he quedado con Eden para ir a una de sus fiestas y mañana seguramente iré a mi barrio predilecto, La Boca, para dar el último abrazo a Gladys y el resto de las chicas...


Estos días de nuevo en Buenos Aires me siento como un argentino más, y hasta lo de las monedas ya no es un problema para mí, he aprendido a conseguirlas y lo que es más importante, a mantenerlas. Me muevo más o menos con fluidez por las calles y me intento rodear de los que me han enseñado cosas estando aquí y que me pueden seguir enseñando. Es el caso de Jaime, con el que almuerzo a menudo, o Darío, con el que nos vimos el martes y hemos quedado el lunes para hablar de mi proyecto...y seguro de mil cosas más. Siento que mi vida transcurre sin prisas pero a la vez sin pausas, y que en pocos días, el jueves, inicio una nueva aventura para seguir aprendiendo, compartiendo y soñando... como hicimos todos antes de poner el primer pie en la casa donde se forjó nuestra amistad, en Pringles 36. Mucha suerte a tod@s con lo que estéis haciendo, estoy seguro que si es lo que os gusta os irá bien. Muchos besos, abrazos y sonrisas todavía desde nuestra ciudad.
Xavi

sábado, 3 de mayo de 2008

LA REALIDAD DE LOS SUEÑOS

Talia, tengo que reconocer que se me han escapado unas gotas saladas por las mejillas cuando he leido tu entrada, de alegría. Muchas gracias Tali, y a todos. Nunca podré olvidar esta experiencia maravillosa, y no hace falta que diga que siempre os llevaré en el corazón, y estoy segura de que nos volveremos a abrazar, a reir, a tomar una quilmes y un fernet, a hacer documentales, y a hacer los sueños realidad. Yo os tengo que comunicar que por ahora, tengo que aplazar mis sueños por un tiempo, porque no me han concedido la beca, y me he qudado bastante pelada de dinero; asi que por favor disfrutar muchisimo por mi en La Autopista del sol, aunque no dudo de que lo hareis. Ahora mismo voy a buscar trabajo, aunque la cosa esta dificil; pero en fin, espero y seguro que lo haré, en breve,seguiré viajando, haciendo documentales, cumpliendo sueños, como fue conoceros a cada uno de vosotros.
Mantenerme informada.
Os echo mucho de menos a todos.
Mil besos.
Nos vemos en algun lugar del mundo (cuando hagamos nuestra escapada obligatoria...)

jueves, 1 de mayo de 2008

LA ULTIMA QUILMES!!!


Huele a comida y mi estómago que durante el viaje a la Patagonia terminó de recobrar el apetito, pide a gritos que lo llene con lo que sea que produzca ese olor. Después de unos cuantos minutos, llega la azafata y me dice,"¿pasta o pollo?". Elijo pollo.
"¿Y de beber?" me pregunta. Automáticamente pienso en pedir una Sprite. Me quedo mirando el carrito de comida y veo unas latas de Quilmes al lado de las gaseosas, entonces digo casi al mismo tiempo que lo pienso:
- La última Quilmes de este viaje... Una Quilmes por favor.

Sí, yo lo sé, de este viaje a la Argentina ésta es la última Quilmes, no voy a volver en un buen tiempo, me llevo lo mejor de sus gentes, de los encuentros con los amigos de Pringles, del viaje a la Patagonia y de todo aquello que pese a no estar en fotos o escrito también cargo con una sonrisa en el corazón.

El vuelo 1378 de Aerolíneas Argentinas que salió de Buenos Aires a las 13horas con destino Bogotá, está semi-lleno y tengo la suerte de tener la silla de al lado desocupada. Miro por la ventana y tan solo se ven unas nubes blancas abajo, muy abajo. La sombra del avión se proyecta de vez en cuando en las nubes, vamos avanzando y pienso que cuando estamos así sentados, de viaje, después de cierto tiempo de mirar la silla de adelante, de tratar de dormir y de ver el paisaje, ocurre que nuestra mente entra en un estado que es casi imposible de lograr con los avatares del día a día. Una de mis neuronas permanece estacionada en la frase que acabo de decir: "La última Quilmes".

Pienso en la cantidad de cosas que fui dejando en Argentina sin ser absolutamente consciente de que se trataba de la última vez que pasaba por allí, que comía tal o cual cosa o que miraba a los ojos a quienes me ofrecieron su amistad. Al mismo tiempo me pregunto sobre las veces en las que durante esta larga despedida al país, en cambio, sí fui consciente de que se trataba de la última vez. Como cuando me sentaba a contemplar atardeceres únicos capaces de imprimirle al alma la intensidad de sus colores violetas, o como cuando tomé de la mano a Jaime (protagonista del documental "Al Servicio de la Vida", que hicimos con Laila) y supe en definitiva nos estábamos despidiendo para siempre. No sé, tomo un sorbo de esta última Quilmes y puedo decir que su sabor me trae recuerdos gratos de una Argentina que pese a haber sido pisada por mis minúsculos pies en varias ocasiones, esta vez me deja impresos recuerdos capaces de hacerme retornar con gusto a mi edad, a mi tiempo y a mis sueños.

Se me vienen a la mente las imágenes de mi salida de Pringles 36 hace apenas unas horas. Y por supuesto con cada sorbo empiezo a retroceder la cinta para encontrarme con todos y cada uno de los integrantes del curso, aquí una breve (jajajajaaja) descripción de lo que ahora me sucede.



Recuerdo la caminata que hicimos de noche por Rivadavia el día antes de que llegara el grupo de españoles a la casa. Puedo ver lo fuerte que me parecía mientras que avanzabamos y al mismo tiempo puedo recordar la dulzura de sus gestos cuando hablaba del corazón.

Después, por supuesto que la recuerdo bailando en diferentes ocasiones;

en el barrio de La Boca haciendo movimientos extraños con la cámara pero firme como una roca ante sus sueños; haciendo de sonidista en el documental de Al Servicio de la Vida, y a la vez corriendo por entre las calles para detener carros mientras que grabábamos.

Al final como una cómplice capaz de intuir mis pensamientos y reírse a carcajadas de lo que ya sabía saldría de mi boca en pocos segundos.



Recuerdo la primera percepción que tuve de Marta y la forma en que este pensamiento se mantuvo siempre: mientras que la veía sentada con todos en el restaurante árabe cercano a la escuela, pensé que el hecho de estar allí en la mesa con nosotros, tomando el curso y habiendo dejado varias cosas en Madrid, expresaba una actitud muy valiente de su parte.

La puedo ver subiendo al tercer piso para decirnos que habláramos más bajito porque no podía dormir y era de madrugada. Siempre intentábamos bajar la voz pero a los pocos segundos ya estábamos igual que antes y claro, Marta sin poder dormir. Entonces puedo verla saliendo a algunas fiestas con todos o sentada en el tercer piso compartiendo un rato, sé que algo de todo esto también lo disfrutaba.

Al final no puedo dejar de ver sus ojos de emoción con el documental "El Ceibo" que hicieron con Lourdes.

Y frente al resultado del trabajo, lo entendí claramente: El que persevera alcanza!!!





Lo primero que se me viene a la mente es su acento. Tenía un acento diferente al del resto de españoles, algunas veces me era inevitable acordarme de algunas películas de Almodóvar donde también he escuchado esta forma de hablar.

Después claro su "mirada misteriosa" decíamos todas y tratábamos de imitarla cuando brindábamos por SIFO pero era imposible no terminar riendo y por supuesto perdiendo el efecto de la mirada.

Cierro los ojos y lo veo siempre avanzando hacia sus objetivos, muy concentrado en su trabajo y convirtiéndose cada vez más en una de esas personas que sin duda hará grandes cosas en la vida.
Al final lo recuerdo cariñoso, menos misterioso pero igual de certero en sus decisiones.



Debo decir que desde el principio pude ver su dulzura. Ella siempre dice que "a la gente le cuesta entenderla" y yo no sé, puede ser, tal vez..., pero para mi fue mágico verla y saber que esos ojitos querían contarme cosas.


Uff, al a mente se me vienen las cosas que decía en clase y fuera de clase. También recuerdo cuando empezaba a preguntar "¿dónde está mi cámara, quién la tiene o la perdí?".


Puedo sentir sus penas y que ganitas las que me dan de ir y soltarle un abrazo grande. Ya sé que nos volveremos a ver, ya lo sé.

Por Lourdes también llegó Rosa y entonces aquí dejo fotos de ella porque hizo parte de algunos de nuestros días antes y después de presentar los documentales en la escuela.


Al final recuerdo a Lourdes, orgullosa con su trabajo, triste y feliz de volver a casa, pero sin duda yendose con un trocito de mi corazón en su maleta.



Lo primero que se me viene a la memoria es su pelo, sus gafas, la manija de colores que lleva en su mano y la famosa frase de "teeee duermes...". Que personaje, pensé siempre. Sí, "mijito" siempre tenía algo diferente para decir y a mi me gustaba escucharlo.


Defendiendo lo que cree a capa y espada, consecuente con sus raíces, preocupado por los inmigrantes y sin querer decirlo pero diciéndolo, siempre ofreciendo un pedacito de sí para todos.

Gracias a él terminamos la primera noche en un bar al que nunca antes habría entrado. Lo bueno fue que lo disfrute mucho. Gracias a Edén conocimos y gozamos el Konex, también gracias a él estuvimos un poco menos perdidos en Buenos Aires.

Al final recuerdo los Tacos en su casa, lo grato que fue conocer a su compañera de piso y lo mucho que disfrute bailar entre la lluvia cuando salimos de la comida, en mi cámara llevaba las fotos que había tomado desde su terraza donde aparecían los chicos de la FUC. jajaja.



Claro, lo primero es la bicicleta, después su voz y el castellano argentinizado que habla después de haber permanecido 3 años en Buenos Aires. Es un Inglés que se quedó por amor, por los encantos de Amércia del Sur, por tantas otras cosas que dicen sus gestos...

Sus chistes son insuperables, ese humor heredado de lo ingleses lo supera todo. Yo casi siempre entendía y reía con reacción retardada pero ahora mismo vuelvo a reír nada más de pensar en las cosas que podrían llegar a cruzar por su cabeza.

Por último no puedo olvidar recordarlo bailando y tropezando con Laila hasta caer al suelo. Lo mejor fue que cuando nos volvimos a ver no se acordaba de la caída.

BURBUJAS, MUCHAS BURBUJAS!!!



Desde que la vi entrar por la puerta de Pringles y me preguntó si yo era brasilera supe con certeza que tendríamos muchas sonrisas por compartir.

Entonces podría empezar por recordar sus despistes y las historias que tiene por esa capacidad de andar en las nubes. "Y ahora, ¿quí hacemos?" decía en portuñol. Simplemente increíble y maravilloso. Quisiera tener un poquito de ese despiste porque sirve... aunque no lo crean sirve para sobrevivir a este mundo. Entonces puedo ver su llegada tarde a clase o las múltiples veces que se levantaba del asiento sin decir nada, saliendo y entrando como si fuera normal. Pero es que claro, en ella era normal.

Después recuerdo cuando vino su familia a visitarla desde Brasil a Pringles. Eran 9, no 3 o 4, sino 9, todos tenían la magia del sol en sus pieles y la encantadora forma de hablar de quienes sueñan en portugués.

Poco a poco al acercarme fue posible encontrar a la Laila que pese al despiste, tiene la capacidad de centrarse en aquello en lo que cree. Haciendo el documental, aprendí tanto, entendí tanto y supe que sin duda con ella era posible compartir y aprender de la vida. Así fue...

Al final, nos quedo el resultado del trabajo expresado en imágenes, la satisfacción de conocernos y de saber faltaría siempre poco para reencontrarnos. Recuerdo su último abrazo con el pie lastimado y los ojos hechos mar en la puerta de Pringles 36.

Y SI, COMPROBADO, TIENE UN TERCER OJO POR DONDE TODO LO VE!!!



Ahora mismo no puedo acordarme fácilmente de la primera vez que lo vi y debe ser porque tengo presente el último abrazo que nos dimos hace apenas unos días en Ushuaia (en el fin del mundo, en el comienzo del mundo, depende de cómo se mire). Entonces se me mezclan dos en uno con Xavi: compañero de clase con quien me sentaba siempre en la fila de atrás del salón y compañero de viaje durante tres semanas por la Patagonia argentina y chilena, con quien sin duda volvería a viajar para seguir sonriendo.

Decíamos en portuñol que "sería facil, morar (vivir) en un país donde Xavi fuera presidente". Sí, por un rato se podría visitar este país y entonces aprender de los "angelitos" que sabían andar cargados de tolerancia y de equilibrio. Claro que ahora agrego yo, en dicho país todos los ciudadanos por ley tendrían que levantarse después de las 9:30am.

Por otro lado, recuerdo mucho cuando alguna vez nos dijo uno de sus sueños había sido ser jugador de fútbol profesional. Sí, claro..., dirán algunos, pero Edén mismo nos confirmo la posibilidad de este sueño días después cuando jugaron juntos. Hay cosas que se llevan siempre en el corazón y que salen en la mirada.

El Xavi del viaje por la Patagonia, ése está en este link http://www.losreflejosdelsur.blogspot.com/ que les dejo para que visiten la Patagonia Argentina y Chilena. Así evidentemente podrán entender más de este último sorbo de Quilmes que ahora me tomo.


A todos besos y cariños desde este avión que pronto llegará a la tierra que me dio forma y esencia, a la tierra que todos los días me enseña a punta de macondos que la esperanza es lo último que se pierde.
Nos vemos en la AUTOPISTA DEL SOL, ya les mandaremos el link de este blog.

Talía